Muchos de nosotros y nosotras reconocemos que puede que nos falten horas de sueño y que no descansamos lo suficiente durante el día o la semana. Sin embargo, hay personas que sí consiguen dormir lo suficiente pero aún así se quejan de una fatiga constante y de incapacidad para descansar y recargar.
La Dra. Saundra Dalton-Smith, en su reciente charla TED aclara las cosas sobre el descanso y lo categoriza en 7 pilares principales. Esas categorías son las que deberíamos cuidar diariamente (o al menos semanalmente) y algunas también de ellas, tambien las trabajamos durante nuestros programas de Food Coaching® en DNANUTRICOACH®
Entonces, ¿qué pasa con nuestro descanso?
Descanso físico
Dormir y descansar no siempre es lo mismo. El descanso físico puede ser pasivo o activo. Esto significa que puede englobar el dormir o cabezadas “regeneradoras”, la siesta, o cabezadas nocturnas y se llama descanso físico pasivo, mientras que el descanso físico activo incluye actividades como yoga, estiramientos, masaje y otras actividades restauradoras que mejoran la circulación del cuerpo y el estado del bienestar global.
Descanso mental
El descanso mental también incluye el sueño, que es capaz de nutrir a las células de nuestro cerebro y les ayuda a regenerarse y repararse. Sin embargo, para conseguir un descanso mental necesitamos interrupciones regulares de 5 minutos, idealmente cada 2 horas durante el día, que ayudan a nuestra mente a gestionar la irritabilidad, la incapacidad de concentración y la pérdida de memoria.
Descanso sensorial
Las luces intensas, los sonidos intensos así como los contactos intensos, movimientos e interacciones causan una sobre estimulación de nuestros sentidos. Estos síntomas se refuerzan cuando estamos en constante interacción con las pantallas de los ordenadores y otros dispositivos. Intenta cerrar los ojos, o mira al cielo, o incluso al techo durante uno o dos minutos cada 2 horas y esto ayudará a la retina a descansar y a poder continuar con su trabajo.
La constante e ininterrumpida demanda para encontrar soluciones y analizar problemas lleva a una fatiga intensa y algunas veces incluso al bloqueo. Las personas que trabajan en arte son mas propensas a experimentar esta clase de fatiga. La solución aquí es disfrutar de la naturaleza regularmente. El pasar tiempo en la naturaleza, admirar paisajes que cortan la respiración, o incluso soñar despierto con recuerdos hermosos son suficientes para ayudar a relajar a nuestro cerebro.
La distancia y el tiempo lejos de la gente tóxica y de las situaciones que absorben tu energía son ingredientes esenciales para mantener nuestro descanso emocional. Una persona emocionalmente relajada, cuando se le pregunta ¿qué tal estás? Se atreverá a contestar “no estoy bien” y será capaz de compartir palabras y sentimientos que de otra forma estarían suprimidos. El descanso emocional es quizás el más difícil de conseguir porque requiere coraje para reconocerlo y ser auténtico.
El descanso social no significa aislamiento (aunque algunas veces puede recomendarse). El descanso social requiere la capacidad para distinguir entre los contactos sociales que te agotan y los que te renuevan. Las personas que son comprensivas, positivas, y capaces de escuchar nos ayudan a conseguir el descanso social. Incluso en la distancia, puedes diferenciar qué relaciones sociales favorecen el descanso social y cuales lo están impidiendo.
La auto-reflexión, la meditación o el voluntariado ayudan a relajar nuestro espíritu y a conectar con una profunda sensación de pertenencia. El sentimiento del amor y aceptación contribuye decisivamente al descanso espiritual. Si tu crees que en cualquiera de las 7 categorías anteriores te has quedado atrás, hay definitivamente un manera de recuperarse.