¿Tengo SIBO?

Seguro que en los últimos meses has oído hablar de una enfermedad que se ha popularizado en redes llamada SIBO (Small Intestinal Bacterial Overgrowth de sus siglas en ingles) de la que muchas personas hablan, pero ¿tienes claro de qué se trata?

El Síndrome del Intestino Delgado con Sobrecrecimiento Bacteriano, o más conocido como SIBO, puede ser un intruso silencioso en tu salud gastrointestinal. Imagina a tu intestino como si fuera una ciudad bulliciosa y una población excesiva de bacterias interrumpiría la armonía de esta ciudad (sistema digestivo). Este desequilibrio podría desencadenar una serie de síntomas que veremos a continuación

¿Qué es el SIBO?

Este síndrome, SIBO, aparece cuando las bacterias que normalmente se encuentran en el colon – lo cual se puede encontrar bajo los nombres flora intestinal o microbiota – se multiplican en exceso en el intestino delgado (1). Con este desequilibrio la absorción de nutrientes se ve comprometida y aparecen diferentes síntomas gastrointestinales. Imagina lo que pasa con un tráfico muy denso en una calle estrecha.

Para visualizarlo mejor, considera esto: imagina tu intestino como un vecindario. En condiciones normales, el intestino delgado alberga una cantidad limitada de bacterias, similar a las casas ordenadas en un vecindario tranquilo. Pero cuando el SIBO aparece, es como si de repente un gran número de huéspedes indeseados invadieran esas casas, creando el caos en el vecindario y generando problemas digestivos.

¿Qué síntomas puedo tener si tengo SIBO?

Los síntomas del SIBO pueden ser variados y a menudo se superponen con otras afecciones gastrointestinales. La hinchazón de la zona abdominal, los gases, los cambios en los hábitos intestinales y el malestar abdominal suelen ser comunes. Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser similares a los de otras patologías como el síndrome del intestino irritable (SII) o la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), lo que en ocasiones puede llegar a dificultar su diagnóstico. Solamente un profesional de la salud especializado quien coje tu historial clinico y genetico es capaz de diagnosticarlo y proponerte soluciones.

El diagnóstico del SIBO

El diagnóstico preciso del SIBO puede ser un desafío y es necesario que lo interprete un profesional de la salud especialiado. Las pruebas respiratorias son un método muy utilizado y no invasivo que consiste en medir los gases producidos por las bacterias en el intestino y detectar su presencia. Sin embargo, los resultados pueden no ser concluyentes y existen posibilidades de falsos positivos. La aspiración y cultivo de bacterias del intestino delgado es otro método más invasivo. Requiere una endoscopia y hay variaciones en función de cómo se recolecta y analiza la muestra (2). El historial clinico, la evaluación de síntomas junto con la interpretación de las analiticas por parte de un profesional es crucial para un diagnóstico certero.

Tratamiento del SIBO

El tratamiento del SIBO puede implicar el uso de antibióticos para reducir la sobrepoblación bacteriana (3). Sin embargo, hay debates sobre la efectividad a largo plazo de este enfoque, ya que puede afectar negativamente a la microbiota intestinal saludable. Además se estima que más del 40% de los pacientes tratados con antibióticos no experimentan mejoría (4). Como parte del tratamiento también es necesario implementar cambios en la alimentación y el estilo de vida, y seguir una dieta baja en carbohidratos fermentables (FODMAPs) (5) por ejemplo glucosa, lactosa y fructosa, por lo menos durante un tiempo limitado.

Esta puede ser crucial para controlar los síntomas y restaurar el equilibrio intestinal pero siempre debe ser supervisada por un especialista para asegurar su éxito y evitar alteraciones nutricionales.

Recomendaciones nutricionales personalizadas para el SIBO

Una alimentación personalizada es fundamental en el manejo del SIBO. Además, se debe determinar si se padecen patologías que pueden facilitar la aparición de SIBO como la celiaquía, la enfermedad de Crohn o alguna cirugía en el tracto intestinal para individualizar y personalizar correctamente la alimentación.
Trabajar con un profesional de la salud especializado ayuda a identificar alimentos y habitos que pueden desencadenar los síntomas y diseñar un plan dietético individualizado. Se pueden explorar opciones como probióticos, prebióticos y suplementos para restaurar y mantener nuestra microbiota y salud intestinal (4).

En resumen, el SIBO es un trastorno complejo que puede presentar desafíos en su diagnóstico y tratamiento. La combinación de enfoques médicos, cambios en la alimentación y estilo de vida, junto con una atención personalizada ofrece el camino hacia el alivio de los síntomas y la restauración de la microbiota y de la salud intestinal.

Recuerda, si tienes sospechas de que podrías tener SIBO, ¡no te auto diagnostiques! es fundamental que busques la ayuda y orientación de un profesional de la salud para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Escrito por Sra Vanessa Domínguez González. Graduada en Biología y estudiante de Máster de la UOC.

Editado por la Dra Valentini Konstantinidou

Bibliografía para la redacción del artículo:

1. Defilippi G. C. Sobrecrecimiento bacteriano intestinal. Gastroenterol latinoam. Published online 2010:253-256.
2. Pimentel M, Saad RJ, Long MD, Rao SSC. ACG Clinical Guideline: Small Intestinal Bacterial Overgrowth. Official journal of the American College of Gastroenterology | ACG. 2020;115(2):165. doi:10.14309/ajg.0000000000000501
3. Sorathia SJ, Chippa V, Rivas JM. Small Intestinal Bacterial Overgrowth. In: StatPearls. StatPearls Publishing; 2023.
4. Rao SSC, Bhagatwala J. Small Intestinal Bacterial Overgrowth: Clinical Features and Therapeutic Management. Clin Transl Gastroenterol. 2019;10(10):e00078. doi:10.14309/ctg.0000000000000078
5. Vandeputte D, Joossens M. Effects of Low and High FODMAP Diets on Human Gastrointestinal Microbiota Composition in Adults with Intestinal Diseases: A Systematic Review. Microorganisms. 2020;8(11):1638. doi:10.3390/microorganisms8111638