El año 2001 se publicó por primera vez la secuencia completa de nuestro genoma humano (el ADN) y un gran número de datos novedosos y valiosos se hicieron públicos de manera que los científicos e investigadores de todas las disciplinas pudieron disponer un gran abanico de nuevas posibilidades para estudiar las interacciones entre nuestra información genética y genómica y los factores medioambientales, como por ejemplo es la dieta.
El genoma humano en números
El genoma humano contiene aproximadamente 2,9 billones de nucleótidos o 30.000 genes, y solamente una parte de ellos está involucrado en vías metabólicas. La mayoría de los genes que se han identificado hasta el día de hoy no causan directamente una enfermedad sino incrementan nuestra susceptibilidad y predisposición a padecerla. Eso porque existe un alto número de vías moleculares y bioquímicas que interfieren en esa predisposición.
La revolución genomica y la nutricion
La revolución genómica del siglo XXI facilitó el estudio de todos esos genes en el contexto de la nutrición y así nació la genómica nutricional como una nueva disciplina científica. Las interacciones continuas entre nuestros genes y la dieta ha sido siempre fundamentales para nuestra salud y esas interacciones forman parte principal de la evolución humana.
La continua ¨conversación¨ entre genes y dieta ha ayudado a la humanidad adaptarse y sobrevivir >en cada etapa de la evolución consumiendo nutrientes y patrones de dieta específicos, según sus necesidades en cada momento ayudándoles de esa manera a evolucionar. Algunos ejemplos de cómo un alimento o un nutriente puede afectar al estado del salud en los humanos existen hace muchos años.
La lactosa, el gluten y las habas
Un paradigma bien estudiado desde tiempo es la hemolisis que ocurre en algunos individuos cuando consumen habas. Esa hemolisis se debe a la falta de la enzima glucosa-6-deshidrogenasa que resulta a causa de su corespondiente gen. Otro ejemplo común son los problemas dietéticos de los que sufren los que tienen intolerancia a la lactosa, genéticamente determinada, o enteropatías asociadas con la sensibilidad al gluten.
La nutricion adecuada, precisa y personalizada para cada caso es la que asegurara el equilibro entre todas las vias metabolicas afectadas garantizado la homeostasis y la salud.
La nutrición apunta a un equilibrio afinado entre muchos procesos y vías metabólicas con el fin de mantener la homeostasis y promover nuestro estado de salud.
Por ejemplo, podemos reducir el efecto de un riesgo heredado de sufrir, por ejemplo, diabetes u obesidad solamente mediante la adherencia a un estilo de vida adecuado desde las primeras etapas de nuestra vida.